3 mandamientos fit - Luce cuerpazo con tu chica
Tal vez el tiempo os esté dando unas ligeras pistas sobre qué estación del año llega. Treinta y pico grados a la sombra, inclinación clara a la cerveza fría y dejaste de comprarte medias desde que se rompieron las últimas porque pa’qué. Ahora no puedes caminar tres metros al sol sin derretirte y es que si los Ferrero Rocher se retiran hasta otoño, ¿por qué tú no vas a hacer lo mismo siendo igual de bombón? Pues porque hay que aprovechar a lucir cuerpazo antes de volver a cubrirse con capas y capas de abrigo. Aquí os decimos cómo.
Por: Samara Martinez
Periodista y escritora| www.goyaredsummer.com
No nos engañemos. La honestidad es importantísima porque el primer paso siempre es admitirlo. No, no fuisteis mucho al gimnasio desde enero a pesar de que era un propósito principal de año nuevo. No pasa nada, nunca es tarde para ponerse en serio y mucho menos si tu chica y tú os comprometéis (con la vida sana, ojo) para definitivamente esculpir vuestras figuras.
1- El acuerdo
Generalmente, el problema es la falta de fuerza de voluntad y, por tanto, de constancia. No vais a notar cambios la primera semana. Os aseguramos sentiros mejor, pero para los resultados físicos hay que esperar un poco (bastante) más. Por eso es importante poneros de acuerdo. Sea cual sea el plan que queréis cumplir, las dos seréis responsables de que la otra lo cumpla. Es decir, en la situación de “amor, hoy ve sola al gym que no me apetece nada moverme”, la coges en brazos si hace falta. O en la de “cariño, trae croissants cuando vengas”, le compras una zanahoria. Vais a odiaros por un tiempo, pero es por vuestro bien.
2- La nevera
En el caso de que viváis juntas podréis llevar esto a raja tabla. Un secreto: lo que no se compra, no se consume; así de fácil. Cuando llegue la hora de abastecer vuestra cocina, hacedlo conscientes de lo que NO tenéis que comprar bajo ningún caso:
- Bollería (¡ja!) industrial.
- Refrescos.
- Comida precocinada.
- Fritos y rebozados.
- Azúcar
A parte de esto, deberíais aumentar el consumo de agua, carne magra, atún, yogur natural, verduras de hoja verde y crucífera, huevos, y algunos cereales como el arroz integral o la quinoa.
Si el agua os cansa, siempre podéis haceros un té frío con limón, ¡pero nada de comprarlo! Tiene muchísimos azúcares. Lo hacéis en casa, infinitamente más sano. Y cero azúcar, claro.
Si no vivís juntas, tenéis que basaros en la misma premisa aunque individualmente. Si os cuesta, id a comprar juntas. Los consejos de la una en la otra y el apoyo os hará mejorar vuestras compras. Recordad que la dieta saludable empieza en el supermercado.
Un consejo: No vayáis a comprar nunca con hambre, os incitará a comprar lo que no debéis.
3- El ejercicio
Lo bueno que tienen el gym es que hay profesionales que pueden asesoraros. De todos modos, no a todo el mundo le motiva estar entre cuatro paredes entre cuerpos ajenos sudados. Como sois dos, podéis elegir entre un sinfín de deportes que os gusten, desde tenis hasta echar unas canastas. Y si el deporte os vuelve demasiado competitivas o no os gusta, siempre podéis salir a andar en bici, a patinar o a correr. De todas formas, también podéis hacer rutinas en casa ayudándoos. Será divertido, implica confianza, compañerismo y será tiempo invertido en la pareja. Os dejamos con un ejemplo perfecto para empezar:
Y, ¡sorpresa! El deporte horizontal también cuenta. Unos 20 minutos de sexo enérgico pueden llegar a quemar 500 calorías. Lo dejo a vuestra elección.
Ahora que lo tenéis claro, ¿cuál es vuestra excusa?