Cada relación es un mundo, pero si tuviésemos que hacer dos claros grupos y diferenciarlos serías estos dos: las relaciones en cercanía y las relaciones a distancia. Está claro que gracias a los avances en comunicación, las segundas están ganando terreno. Y es que ahora no solo puedes conocer a las chicas de tu ciudad, sino que puedes, literalmente, ponerte en contacto con cualquier persona del mundo. Hay siete mil millones de personas en el mundo y el 48% de éstas son mujeres, ¡fíjate si no te queda por conocer!
Pero alguien ya te ha robado el corazón y os separan unos cientos, miles de kilómetros, todo un continente, un mar o un océano. Todo el mundo te dice que saldrá mal y tú piensas en qué le vas a hacer, si te has enamorado. Puede llegar a ser muy duro, pero para superar los obstáculos has de conocer el terreno. Una relación a distancia puede ser horrible o terriblemente gratificante. Depende de qué aspectos de la situación quieras potenciar, el resultado variará. Empecemos por los contras:
Contras
La gente de vuestro alrededor: Vas a poder contar con los dedos de una mano la gente que confiará en lo vuestro y os apoyará en la relación. Esto no tiene por qué martirizarte, vuestra relación es vuestra y de nadie más, pero puede llegar a ser muy pesado que continuamente duden de tu fidelidad o de la de tu pareja. ¡Vamos a ver! ¿Acaso les has pedido opinión? ¿Acaso saben el tipo de compromiso que tienes con tu pareja? Bah, envidiosos.
Viajar a veces es un lujo: No está la economía muy boyante últimamente. Dependiendo de cuál sea vuestra distancia, el ir junto a tu pareja no es para todos los bolsillos. Los viajes serán programados con mucha antelación para que las cuentas te salgan, ¡y que no pase nada hasta entonces que te fastidie el viaje! Eso de “voy para allá, mi amor, que tengo ganas de verte” suele estar al alcance de muy pocas. Una pena.
Los celos: Que vais a estar rodeadas constantemente de personas que no sois vosotras es algo que tienes que tener en cuenta desde ya. La confianza será tan necesaria como el amor que os profesais. Sin ella no podréis estar tranquilas ni un momento en el que no esté “en línea”. Los celos surgirán por cualquier cosa porque, inevitablemente, no podréis disfrutar con ella el día a día mientras otros sí lo hacen. No es que desconfíes de ella o del resto, es que te gustaría estar ahí. ¡Injusticias de la vida!
La propia distancia: Y es que el contacto físico es muy importante. El calor humano, más si viene de la persona que quieres, es reconfortante. Tanto en los momentos de celebración como en las malas épocas, un abrazo o un beso inmediato de tu pareja será imposible. ¡Y no hablemos del sexo! Sustituido por el cibersex y el sexting que podrá estar cargado de morbo, pero frío como un témpano.
A pesar de todo esto, las hay relaciones. Existen los pros en el mundo de las relaciones a distancia. No todo iba a ser malo:
Pros
La base de vuestros amor: Os hayáis visto o no en persona, es lógico decir que la mayoría de vuestro tiempo lo pasáis hablando. Dicen que cuando echan de menos a alguien lo que realmente echas de menos son los momentos buenos compartidos con esa persona. Es decir, que cuando lo dejas con alguien los recuerdos positivos son los que te inundan: ese atardecer en la playa, el día que acampásteis en el bosque, la cena en aquel restaurante… Vuestra relación ha sido construida en gran parte por el diálogo y ahí tienes una prueba sólida de que el amor que sentís el uno por el otro está lo más descontaminado posible de momentos meramente memorables por ser especiales. Tenéis la esencia.
Genios de la comunicación: No solo es que hayas aprendido a sintetizar todo tu día para contárselo a tu chica por teléfono, es que además has desarrollado una nueva habilidad para abstraer ideas dignas de cualquier orador. Aprendes a escuchar y a comunicarte de una manera magistral, y es que sin eso se os derrumbaría todo. ¿Sabéis eso de que cuando te falta un sentido se desarrolla de más el resto? Aquí igual. Estaréis lejos, pero la única vía de contacto la exprimís al máximo. Y es que cuando has escrito más de 20 veces “te amo” en una semana, hay que aprender a ser más originales.
¿Apego? ¿Eso se come?: ¡Sois independientes hasta la médula! Si bien es cierto que no es por elección, la distancia os hace crecer como personas individuales. Eso siempre es bueno en cuanto hablamos de cualquier tipo de relación. El apego es un sentimiento que, aunque aparentemente positivo, complica mucho las cosas cuando éstas se tuercen. Posesión, carencias… Nada de eso os define. Felicidades.
Los momentos de verse: Sin duda la guinda del pastel de cualquier buena relación a distancia son los momentos en el que al fin os veis. Todo lo que os habéis tenido que aguantar explosiona en los momentos más apasionados jamás vividos. Es de lo más gratificante comprobar que la distancia y lo malos momentos merecen la pena por esperar a verla, ¿no? Ahora solo cómetela a besos y disfruta del tiempo con ella.