La ciencia y los deseos de las familias del colectivo lésbico pueden llegar a unirse en pro de una nueva concepción de los hijos futuros. Una investigación abre la puerta a la posibilidad de que se pueda tener dos madres biológicas creando óvulos y espermatozoides a partir de células madre.
Por: Samara Martinez
Periodista y escritora| @Sam_Prietova
Es en la Universidad de Cambridge donde científicos investigan esta nueva posibilidad de concebir embriones por fecundación in vitro en el caso de parejas homosexuales de mujeres. Según Agustín Zapata, Catedrático en Biología de la Universidad Complutense: “A partir de estas células se pueden obtener espermatozoides u óvulos funcionales y eso se puede aplicar a personas que tienen problemas de reproducción. Alguien que no tiene espermatozoides, a partir de este método podría conseguir tenerlos, y con una inseminación in vitro podría tener un bebé». Nosotras tenemos muchas cosas, pero los espermatozoides no está dentro de nuestros recursos.
En una pareja de mujeres, se podría concebir el óvulo de una de las futuras madres con un espermatozoide “fabricado” mediante células de la otra futura madre. Como bien dice Zapata, la fecundación se haría in vitro, generando un blastocito con los códigos genéticos de ambas madres y sería implantado en la pared del útero de la gestadora.
No solo los avances científicos han de tenerse en cuenta a la hora de optar por esta opción.
A pesar de que los investigadores de la Universidad de Cambrige eran positivos en sus predicciones y asignar este mismo año como el año en el que se comenzaría con el método, Joaquin de Juan Herrero, Catedrático de Biología Molecular de la Universidad de Alicante apunta que “los condicionamientos éticos de cada país son los primeros elementos a tener en cuenta”.
Si en España se pretendiese realizar esta investigación habría que pedir permiso a la Comisión de garantías para la donación y utilización de células y tejidos humanos, según prevé la Ley de Investigación Biomédica. Uno de los promotores de esta legislación, Agustín Zapata, considera que la respuesta «sería positiva».
En cuanto la puesta a punto del proceso “depende de que los experimentos vayan bien. De hecho, este se podría realizar ya, el problema es poner a punto las técnicas porque no se conocen las consecuencias de producir un embrión con estas células nuevas», comenta Herrero.