Del “buenos días” al “buenas noches” pasa todo un largo día de silencio tan solo mitigado por esa llamada fugaz a la hora de la comida.
—Hola, amor, ¿cómo estás?
—Bien, ¿y tú?
—Bien, comiendo. Te dejo que tengo que entrar de nuevo a trabajar. Te quiero.
Breve, rápida el récord Guinness a la llamada más corta de la historia. Por mucho que pienses que una relación así no va a ningún sitio y no merece la pena, ¡ERROR! Puede que sea la relación más fructífera que vayas a tener y te decimos por qué.
Oficio y beneficio
Tu novia trabaja/estudia de sol a sol, ¿no crees que eso dice mucho a su favor? No creas que a cualquiera se entrega a su labor con tanta pasión. Eso significa que lucha por lo que le importa, que tiene claras sus metas y que le pone empeño a la vida. ¿Le pondrá el mismo empeño a vuestra relación? Estate segura de que sí.
Algo que contar
Aunque sea una workoholic, tendrá sus días libres, seguro. ¿Qué pasaría si esos días fuesen más a menudo? Pues que tendría menos que contarte. Te aseguro que no hay nada que mine más la moral de una pareja que no tener nada que contarse. Al menos sabes que eso no pasará. ¿Cinco días sin veros? Vas a tener conversación para rato.
La pasión
Estoy segura que los postres de chocolate están así de ricos porque son escasos en una dieta normal. Con los encuentros con tu novia pasa igual. Cuando menos tienes de algo, más valor tiene (economía de primero). Cuantas menos noches pases con tu novia, más pasionales serán. Os habéis echado de menos, ¡¿acaso no es bonito y tierno?!
Poco a poco
A estas alturas no vamos a andaros con remilgos: las lesbianas tendemos a ir deprisa y corriendo en todo. Pues, señora, aquí tiene su STOP en mayúsculas. No vais a tener que esforzaros mucho para contener vuestras ganas de veros porque, literalmente, no os vais a poder ver tan a menudo. ¿Lo mejor? Que la relación se irá sentando sobre un espacio individual considerable y eso siempre es bueno.
