Las mujeres somos complicadas y quién diga que no, que me lo cuente. El otro día estaba en una discoteca de ambiente, una de esas en las que no conoces a nadie (..ejem..) y de repente entre la fauna cuotidiana encontré a una chica espectacular en la que no me había fijado antes. Tenía la sonrisa más preciosa que había visto en mucho tiempo. Le sonreí y me mordí el labio con clara (digo ¡clarísima!) intención de provocarla.
Ella me devolvió la sonrisa así que me acerqué y bailamos juntas de forma sensual. Al final me lancé cuál fiera a su mandíbula y nos acabamos besando muy apasionadamente.Me fui a casa (sola) y al día siguiente ya le estaba escribiendo. Pensé: “Perfecto…una chica interesante qué conocer”, pero durante días…nada, ninguna respuesta. Al cabo de una semana la volví a ver en la misma discoteca y ya no me miraba. Noooo….vacío existencial. Después de la decepción de ver que ya había perdido el interés en mí, miré a otra chica y sonreí maliciosa (para sobreponerse a la desdicha no hay nada como el senshui, un arte milenario que muchas deberían aplicarse). Al cabo de un rato tenía su facebook y nos reíamos bailando pegaditas…entonces apareció la chica de la semana pasada diciendo que “¡qué hacía!”. Pensé…”coño, ¿esta táctica de los celos, la patento o ya alguien habrá descubierto que funciona para recuperación de amantes desaparecidas?” Yo creía que me lo preguntaba a mí, pero luego me di cuenta que increpaba a la chica que estaba conmigo. “¿Se conocen?” Se ve que la segunda no había llamado a la primera en los últimos quince días después de estar enrolladas una temporada.
Lo verdaderamente importante:
3 mujeres con ganas de disfrutar
Aluciné: “¿Yo qué pinto aquí?”… tenía tres opciones:
a) Apartarme discretamente y dejarlas hablar de su “rollo”, asumiendo que lo mío con la primera habían sido unos besos tontos y que la segunda no se iba a enrollar conmigo después de este berenjenal.
b) Ponerme a discutir con ellas para aclarar de qué iba todo esto…molestarme con la primera por no haberme escrito, preguntarle a la segunda si tenía algún interés en mi…etc…etc….(demasiado trabajo…)
c) Proponerles hablar en un sitio más tranquilo para plantear lo verdaderamente importante: 3 mujeres con ganas de disfrutar, de tener cariño, de sentirse especiales… “MujeLes, ¿vamos a mi casa?”
Las lectoras más audaces ya habrán descubierto que yo siempre elijo: C de Coco.
Coco Lestan
columna de MagLes #0