Si escribes Lesbian short film en Google te encuentras unos dos millones de resultados y 1,720,000 vídeos en Youtube. Entre ellos ‘Female’, un corto de Aissa Carnet sobre la amistad, su imperceptible línea divisoria con el amor y la negación.
Por: Samara Martinez
Periodista y escritora| @Sam_Prietova
Sin mencionar sus nombres, sin saber su pasado y con apenas una decena de planos, Female retrata una realidad muy común, y es esa complicidad entre dos niñas que basan su amistad en el afecto y la compañía constante. Como Carnet ha dejado claro en el short film, el apego y la lealtad confluyen en una relación sincera e inocente en la que la complicidad está muy presente. Constantes miradas, sonrisas y un secreto: “Me gustas, pero no se lo digas a nadie”. Algo malo tenemos que estar haciendo para que nuestros menores quieran esconder el amor.
Entendemos que esa amistad perdura hasta la adolescencia. Con el mismo ritual de cada mañana, la protagonista acude al encuentro de su amiga. Las bicis, sustituidas por un coche; madurez. El colegio convertido en instituto y los largos paseos por el campo son ahora zizagueo por las tiendas de ropa. Las miradas y la complicidad siguen.
La negación
Cuando los sentimientos afloran tanto como para tener valor para verbalizarlos es cuando la negación aparece en la actitud de uno de los dos personajes principales. La protagonista canaliza todo lo que siente por su amiga y es capaz de ponerle nombre, a lo que ésta responde con miedo y desidia, desentendiéndose por completo de lo que realmente había entre las dos.
La figura del chico que aparece en escena es realmente importante. Según Paula Alcaide, psicóloga especializada en mujeres lesbianas, “la negación no es un proceso en sí sino un síntoma de la presión social para ser hetero”. Negar los sentimientos y trasladarlos a una figura masculina es el pan de cada día de muchas mujeres. En ese caso, en el del corto, un amor latente queda suspendido en el aire en una centena de globos.
Sí, generalmente en las películas lésbicas acabamos solas mientras se van con un hombre, heridas, muertas o locas. Los bollodramas tal vez hayan trascendido tanto como para los guionistas nos caractericen así SIEMPRE. Si tiene algo maravilloso este corto es que la realidad tratada en él no llega simplemente a el hecho de ser lesbiana o no, sino al hecho de ser persona. Cuando la protagonista se ve violentada por sus compañeros de instituto, la que fue su amiga acude a defenderla sin importar lo que los demás pueden pensar de ella. Por encima de todo está ella. Por encima de todo están ellas dos. Amor, lo intente quien intente pisarlo, siempre por encima de todo.