Dos mujeres, dos ciudades y una relación. Sin nombres y con mensajería instantánea, la historia nos coloca en la piel de una joven enamorada. A través de las notificaciones de los mensajes en su móvil vemos la conversación que tiene con la persona que está detrás de la pantalla. La evolución en sus escritos hace un giro de 180 grados cuando los “buenos días” con emoticonos de corazón se tornan en secos saludos por compromiso.
Nosotras porque ya conocemos a las youtubers encargadas de esta genialidad, pero para quien haga click en el corto por primera vez podría asumir que detrás de los mensajes que recibe la protagonista hay un hombre y esto nos encanta. Las relaciones y el amor, visto está, que no entienden de orientaciones. Los problemas de la distancia nos afecta por igual y este realista corto lo demuestra.
No es que las segundas partes sean peores o mejores, es que esta vez, para entender el conjunto, es más que necesaria. Gracias a ella descubrimos que, como las chicas de Unsolicited Project nos tienen acostumbradas, detrás de esta relación tan común, hay una otra chica. Si te compadeciste de la primera protagonista, la segunda va a enternecerte de la misma manera. Desde luego dos puntos de vista dispares y a su vez similares que reflejan el sentimiento de tener a la persona que amas lejos de ti.
El final, como en la parte primera del corto, nos deja con muchísimas ganas de más. La distancia, los malentendidos y el deterioro de las relaciones puede que pasen a segundo plano cuando una de las dos se desprende de su orgullo y hace lo que sea por coger un avión, un tren o un barco a su lado. ¡Viva el amor en todas sus formas y en todas sus longitudes!