El 30 de marzo del 2013 se estrenó Orphan Black anunciando una temporada de 10 capítulos. Cuatro años después la serie terminó siendo la quinta temporada la que cerrase con broche de oro un total de 50 capítulos en los que Tatiana Maslany da vida a nada más y nada menos que a seis de las protagonistas principales.
Sarah, Alison, Cosima, Helena, Rachel y Kristal. Seis personalidades dispares a expensas de la gran actuación de Maslany. Para grabar las escenas donde la interacción entre las protagonistas era necesaria, Kathryn Alexandre se ponía en escena como doble de Tatiana. Las escenas eran grabadas varias veces con cámaras que detectaban en movimiento. Maslany y Alexandre se intercambiaban papeles para en el montaje simular una interacción entre las dos clones. Pero no solo las técnicas de grabación colaboraban con la creación de distintos personajes. Tatiana Maslany tuvo que hacer una clara diferencia entre las personalidades de sus personajes. Para ello creó diversas listas de reproducción para enlazar cada una de las personalidades con una lista distinta. Lo que le evocaba la música sería el rasgo principal de la personalidad de los personajes, un recurso muy eficaz por lo que vemos a lo largo de las cinco temporadas. No solo la caracterización hacía diferentes a las clones.
De hecho, Tatiana Maslany ha sido nominada a numerosos premios por su actuación en Orphan Black y, por supuesto, ha ganado la inmensa mayoría. El más importante, el año pasado, un Emmy como mejor actriz de drama.
El amor y la diversidad
Cosima Niehaus, una de las clones, nos regala junto con Delphine, los momentos más románticos de la serie. Un personaje principal lésbico para visibilizar en todos y cada uno de los países en lo que se ha emitido la serie de la BBC.
Cosima y Delphine muestran su amor sin pudor en la pantalla. Algo que agradecemos mucho a los guionistas de la serie, que ayudan a normalizar las relaciones sentimentales entre dos mujeres. Cada vez es más frecuente ver parejas del mismo sexo en la pequeña y gran pantalla, algo que es un claro reflejo de nuestra sociedad donde los armarios cada vez se quedan más obsoletos.
Pero no solo esta historia de amor da la pincelada a la diversidad ya que uno de los personajes secundarios se trata de un hombre transexual, un dato que pasa más o menos desapercibido hasta que descubres que se trata de un clon de Sarah. La ciencia ficción que nos muestra Orphan Black no solo tira de la imaginativa, sino que acude a teorías muy presentes como la de que la orientación o la identidad reside en nuestro código genético para destruirlas por completo abogando por las personas, simple y llanamente, con deseos dispares pero igual de lícitos.