Jessica era una chica normal, vamos, como todos los superhéroes antes de que les pase alguna desgracia. Evidentemente, a ella también le pasó. Un accidente de coche mientras viajaba con sus padres hizo que adquiriera fuerza, resistencia e incluso habilidad para volar que, sintiéndolo mucho, no es para el ciudadano de a pie. Lejos de querer convertirse en uno de esos chalados co mallas que va dando saltitos por las calles de Nueva York, decide hacerse detective privada. Discreta con sus poderes, rebelde y poco común para el rol de superheroína que se le asigna, así es Jessica Jones.
El papel de Jessica Jones es interpretado por Kristen Ritter, encargada de darle un tono oscuro al personaje principal. La serie, en general, será adulta y con un toque sombrío, algo que agradecen los seguidores de Marvel “de toda la vida”. La editorial está creciendo con el público y carga de profundidad sus series.
Podríamos decir que Jessica Jones no es para nada una serie plana y sin trasfondo.
Pero vamos a lo importante: En los cómics de Jessica Jones su abogado es un tal Jeryn Hogarth. Pero este señor poco nos interesa, ya que en la versión audiovisual de la franquicia, Jeryn es Jeri, mujer y lesbiana. ¡Ah! Además interpretada por Carrie-Anne Moss. ¿Trinity de Matrix? En efecto, Trinity de Matrix.
Pero esa no es todas las sorpresas bollo que nos puede dar Jessica Jones. Aunque la protagonista no es lesbiana, al parecer también le gustan las mujeres (como para no). La mejor amiga de Jessica es Trish Walker (Rachael Taylor). Desde el primer episodio intuimos algo -y es que nuestro radar está en constante búsqueda- que podría sernos interesante: Jessica y Trish fueron pareja hace tiempo, o al menos es o que dan a entender.
Además puedes encontrar en Netflix The Defenders, un spin of sobre cuatro héroes que se unen para combatir a La Mano. Entre ellos, Jessica Jones.