Se cumplen 2 años de la muerte de Chavela Vargas
Hace 2 años, el 5 de agosto, nos dejó esta gran cantante y mujer de relevancia internacional. Desde MagLes queremos hacer un homenaje a la gran Chavela Vargas con el artículo «Interesantes» de MagLes #1 | Culturales | agosto 2012 escrito por Elisa Lein. Esperamos que disfrutéis con su gran historia.
Chavela Vargas
“Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. ”
La vio nacer la guaria morada (flor nacional de Costa Rica), bañándole el Mar Caribe y el océano Pacífico en 1919 gritó “VIVO” y como ella decía, no lloró sino que cantó. Y así vivió sus 93 años, María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano “Chavela Vargas” quien de niña vivió el desamor, la soledad, el hambre y las humillaciones pero por ello se forjó el valor y aprendió a defenderse a la fuerza.
Con una salud delicada de pequeña sobrevivió gracias a curanderos o “chamanes” que le salvaron de la ceguera, de la poliomielitis y de otros males. Una mujer de risa sincera, carácter recio, mirada profunda, amena, divertida, nostálgica, honesta pero sobre todo respetuosa de la libertad y el derecho a amar, aunque creció en una época de prejuicios y miedo al “¿qué dirán?” Su sexualidad no fue jamás un secreto, “se dieron cuenta de que yo era homosexual desde muy niña” y remató el tema diciendo que “ Lo que duele no es ser homosexual sino que lo echen en cara como si fuera una peste”.
A los 17 años se fue a vivir a México, país que la acoge y la hace famosa. Setenta años no son pocos para llegar a ser una de las mexicanas (por adopción) más famosas en Europa. Se radicó en un puerto, “Veracruz, era en aquel entonces un hervidero de alegría y emociones. También de alcohol, sensualidad y elegancia”. Allí tuvo que desempeñar distintos oficios, de doméstica a vendedora de ropa para niños, hasta convertirse en la exitosa cantante que sumó más de 80 discos.
Una cantante con un estilo de interpretación muy particular, profundo, desgarrado y recio. Su voz recorrió el territorio mexicano y llenó los antros de la noche azteca y desde muy joven la llevó a trascender las fronteras mexicanas, saltando de Acapulco a Hollywood.
Así se apuntó a una vida de Bohemia, pasión, arte, artistas, amores y amantes de nombres igualmente públicos y sin mucha discreción. En su autobiografía y memorias varias relata capítulos completos de mujeres maravillosas de las que se enamoró: Grace Kelly, Dolores Olmedo, Ava Gardner, de la princesa Soraya y la más comentada de todas, su relación con Frida Kahlo. De sus amores no confirmó ni desmintió nada, solo comentó que sus amores no fueron tan mal correspondidos.
“La vida es bellísima, pero la muerte también es hermosa”
Chavela amó a la pintora Frida Kahlo. Compartió largas temporadas junto al muralista Diego Rivera en la casa de la pareja. Kalho repetía “Chavela, yo te nací. Yo siento tu sangre en mi sangre. Yo te parí”. La Vargas admiraba la obra de Kahlo. Pero ante todo amaba a Frida. “No tengo que esconder nada, ni tengo nada de qué avergonzarme” …
“Nunca estuve ni dentro ni fuera del armario. Simplemente estuve donde tenía que estar, en mi lugar: en la calle delante de todo el mundo, muy libre y muy a gusto. Y si volviera a nacer seria de nuevo Chavela Vargas”.
De acuerdo con la escritora mexicana Elena Poniatowska, “Chavela reivindica el derecho de la mujer a su opción sexual, a ser como ella quiere y a su fortaleza”.
Dos de sus colegas de copas y de penas del alma, José Alfredo Jiménez, y Agustín Lara son nombres quizás anónimos por estas latitudes del mundo, pero representan a dos de los compositores más prestigiosos del bolero y la ranchera de toda América Latina. De Agustín Lara recuerda una particular anécdota en su biografía. Ella le quitó una novia, y éste en lugar de molestarse, le dijo a carcajada batiente
“¡No sabes lo que te llevas, Chavela! ¡Vas a sufrir muchísimo!”
El carácter de Doña Chavela se reconoció también por “los chavelazos” leyendas llenas de humor y valor, como ver un eclipse de luna desde otro ángulo. Y así lo hizo, desde un paracaídas. Y sus escándalos míticos de ir con José Alfredo Jiménez y Jorge Negrete, pistola en mano y a caballo, por plena Avenida de Insurgentes en Ciudad de México. Chavela tuvo el primer Jaguar E type que conoció México. Fue la primera mujer en ponerse pantalones en el país de lo mero mero macho, y en declarar públicamente que no le gustaban los hombres.
En la década de los 70 se retira de la canción y se entrega al alcohol, hasta una mañana en los años 90 que decide tomarse la última copa. Muchos de sus colegas artistas le daban por muerta, incluso en un recital Mercedes Sosa dijo que si alguien pasaba por México dejara rosas en la tumba de Chavela a su nombre. Después de su época de alcohol todavía conservaba un humor realista sobre aquello. Decía:
“Pasé veinte años borracha y la gente se olvidó de mí. Me tomé cuarenta y cinco mil litros de tequila. Y poco importa cómo haya hecho las cuentas”.
Decía que su cuerpo estaba tan bien a sus ochenta años porque había permanecido conservado en alcohol.
En 1992 fue rescatada del olvido por el editor español Manuel Arroyo quien hace todo lo necesario para que vuelva a España y reviva el mito, veinte años atrás dormido en el alcohol, pero estaba claro, y así lo declaraba “No soy un Ave Fénix, sino una mujer con una fuerza brutal que logró salir de los infiernos”.
En 1995 ya era un hecho, el mundo le aplaudía de nuevo, El Olympia de París, el Palacio de Bellas Artes de México, Carnegie hall, Teatro Lope de Vega de Sevilla y muchos más escenarios le vieron brillar de nuevo. Galardones y reconocimientos como La Gran Cruz de Isabel la Católica mostraron el agradecimiento en vida a la Chamana.
En este momento, no podría utilizar un texto argumentativo sensato que pueda seguir describiendo lo que representa para la vida, una mujer INTERESANTE como Chavela Vargas, me dedicaré a recortar trozos de sus frases, y sean ustedes mismas quienes hilen una biografía más argumentada de esta inmensa mujer que el domingo 5 de agosto 2012 dejó el plano terrenal para embarcarse en un viaje de reencuentro con sus amigos y sus amores.
Ella habló valientemente del amor, y la muerte como de todo aquello que es vivir. “La vida es bellísima, pero la muerte también es hermosa”. No entendía porque decían que la muerte debía identificarse con el color negro, “Es un poco ridículo. El negro es un color muy elegante, muy bonito para los cocteles, pero la muerte no tiene ningún color”….
“Yo no sé por qué a alguna gente le duele tanto la muerte, porque ¿qué duele más, una muerte o perder un amor? A veces uno piensa, yo prefiero que ese esté muerto a que me traicione”.
“Yo soy una de esas gentes que prefiere amar a que la amen. Pero uno tiene que dar las gracias porque lo quieran. Ay, qué difícil es el amor. Es más fácil que a uno lo dejen que tener que dejar a alguien. Yo he llorado más por tener que alejarme. Para mí, un hombre que llore es muy valiente. Y una mujer para llorar tiene que ser muy mujer. Lloramos porque nos arden los ojos, por el humo del cigarro, o quizás por el rimmel, pero nadie sabe cuándo una mujer llora de verdad. Son de otro color las lágrimas. Es un collar de lágrimas, de lágrimas blancas, lo que echas pa’ fuera”.
Y sus deseos se cumplieron poco a poco y sin remisión. A sus 93 años deseaba venir a Madrid y fue una orden aquel deseo. Semanas atrás le brindaron uno de los más sentidos homenajes en vida, a lo largo de su historia en tierras españolas. Volvió a México para morir como quería, como mexicana y con su pueblo.
Dicen y dirán muchas cosas más de Doña Chavela, pero lo Interesante de esta gran mujer se esconde en los pliegues de la edad de su piel que amó, luchó y vivió groseramente libre, indómita, humilde y valiente.
“¿Adiós? Noo, nunca se dice adiós. Se dice: Te amo”
“Yo he tenido que luchar para ser yo y que se me respete, y llevar ese estigma, para mí, es un orgullo. Llevar el nombre de lesbiana. No voy presumiendo, no lo voy pregonando, pero no lo niego. He tenido que enfrentarme con la sociedad, con la Iglesia, que dice que malditos los homosexuales… Es absurdo. Cómo vas a juzgar a un ser que ha nacido así. Yo no estudié para lesbiana. Ni me enseñaron a ser así. Yo nací así. Desde que abrí los ojos al mundo. Yo nunca me he acostado con un señor. Nunca. Fíjate qué pureza, yo no tengo de qué avergonzarme…. Mis dioses me hicieron así.”
Lee toda la revista MagLes #1 | Culturales
Fotos: ©Chavela Vargas Oficial SiteFoto con Frida Kahlo: ©Museo Frida Kahlo