6 posturas interesantes
Existe una pregunta que, ineludiblemente, toda lesbiana escucha al menos una vez en su vida, y es: ¿cómo lo hacen las lesbianas? Y un mito absurdo al que enfrentarse: ¿quién hace de hombre? Esencialmente, en las relaciones eróticas entre mujeres, además de acariciarse, besarse, mirarse, comunicarse… se practica el sexo oral, la penetración vaginal (digital o con accesorios) y el tribadismo (frotamiento del pubis, principalmente del clítoris, con cualquier parte del cuerpo). Permitiendo una amplia gama de posturas con las que disfrutar del encuentro entre las amantes.
Entre las múltiples posturas del Kamasutra lésbico, destacan por su popularidad:
Venus a venus
Más conocida por ser aquella que surge en las primeras experiencias lésbicas, casi sin querer.
Posición: una tendida sobre su espalda y la otra encima con las piernas entrelazadas.
Estimulación: con los muslos de ambas.
Quizá una de las más populares, pero no tan usada como se cree.
Posición: tumbadas con las cabezas cada una al extremo contrario de la cama. Con las piernas abiertas unidas únicamente por el pubis.
Estimulación: rozando ambos clítoris ayudándose con las piernas y los brazos para moverse.
El misionero
La postura más usada por las parejas heteros.
Posición: una se tiende sobre su espalda con las piernas abiertas y la otra se coloca encima.
Estimulación: moviéndose mientras se rozan ambos clítoris.
Más allá de hacerlo «correctamente», lo importante es dejarnos llevar
El Yab Yum
La postura preferida para llegar al orgas– mo por Bette y Tina en The L Word.
Posición: sentadas una encima de la otra, mirándose a la cara.
Estimulación: permite rozar ambos pubis, o bien, con la mano estimular el clítoris
o la penetración vaginal.
Piernas de rana
Para poner a prueba la elasticidad de la que está abajo.
Posición: Tendida sobre tu espalda coloca las piernas en los hombros de tu amante.
Estimulación: rozamiento de clítoris o penetración vaginal con arnés.
Un clásico entre los clásicos en el mundo lésbico.
Posición: tendidas una sobre la otra con la cabeza ubicada en su vagina.
Estimulación: con la lengua sobre el clítoris o introduciéndola en la vagina
Si os atrevéis a probar nuevas posturas recordad que la finalidad de toda relación erótica es disfrutar. Y que más allá de hacerla «correctamente», lo importante es dejarnos llevar por nuestra excitación y sus reacciones, de una forma relajada y con el único fin de divertirte. «Hacer el amor» no es sólo palpar, chupar, frotar y/o meter.
No olvidéis que en la variedad está el gusto.
Texto: Ana Adán Psicóloga – Sexóloga.
Fotos: Aida Poza y Silvia Galofré | Modelos: Barbie & Stacy
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