Compartir sentimientos, experiencias, sensaciones y emociones personales como miedos, molestias y errores, o explicar algo tan sencillo como qué tal te ha ido en el trabajo fortalecerá uno de los pilares esenciales de cualquier relación: la comunicación.
Compartir con tu pareja cosas que no compartes con nadie más, como secretos o inseguridades, hará que la confianza cada vez sea mayor y, consecuentemente, haya más complicidad. Si eres fiel a ti misma lo eres también con el mundo. Desconfiar sin tener motivos reales o probados hará que tu pareja se aleje cada vez más de ti.

Apreciar significa reconocer, es- timar y valorar aquello que tienes delante. En otras palabras, el cariño que debemos trabajar con nuestra pareja cuando pasa la fase del enamoramiento o de la pasión. Si aprecias tu vida eres capaz de apreciar también a tu pareja, dando pie a que ésta te demuestre sus sentimientos de la misma formas.
Sentirse apreciado provoca un aumento del autoestima y todas sabemos que cuando nos sentimos a gusto y felices somos más generosas con todo lo que nos rodea. Sin aprecio es más fácil llegar a la falta de res- peto. No apreciarnos mutuamente es lo peor que nos puede pasar en nuestra relación, así que no olvides nunca darle cariño.

Tener la habilidad de gestionar bien este “estado” no solo te convierte en una persona adulta y bien preparada interiormente sino que hará que no pierdas nunca de vista aquello que realmente quieres. Saber actuar correctamente nos hace personas respetables y honradas, creando así un ambiente agradable en el que la gente sentirá esa empatía que desprendes y querrá tenerte en su vida.
Autocontrolar nuestras emociones significa como bien dice la palabra, controlar los propios impulsos y reacciones. Hacerlo no solo nos llevará a sentir- nos bien con nosotras mismas, que sino que además tu pareja podrá contar contigo para las cosas más importantes.