Algunas mujeres marcan más que otras. Entre dramas, llantos, recuerdos y mensajitos, al final volver con tu ex es inevitable (inevitable para las dos, porque tú también eres su ex) y todo el mundo parece ponerse de acuerdo para dudar de vuestro reencuentro en la vida; hasta tú, que algo dentro de ti algo te dice que si no salió bien a la primera, cuando todo era bello y puro, por qué ha de salir bien ahora. Las dudas están ahí y, que salga bien o no, depende únicamente de vosotras. Lo importante es que pase lo que pase, ambas crezcáis y aprendáis de ello. Si se acaba en unos días, ahora estaréis seguras de que no estás hechas la una para la otra.
Pero el reencuentro puede ser satisfactorio, ahora jugáis con ventaja. Lo que puede ser un exceso de confianza porque os conocéis demasiado y habéis llegado a deciros cosas horribles sin que se os haya movido un pelo, también puede ser una herramienta que os permita ser plenamente consciente de cómo es la persona que tenéis a vuestro lado. En otras palabras, ya conocéis vuestras miserias, vaya. Nadie es perfecto, y dejar de idealizarla para conocer y asimilar su peor versión de si misma es, desde luego, un punto a favor para ambas. ¿La quieres a pesar de todo lo malo que has visto de ella? Pues claro. Ahora, cada vez que te sorprenda algo será para bien, seguro.