Lorenzo Fontana se ha coronado. Católico y ultra derechista, Fontana defendió durante una entrevista el pasado sábado desde su puesto como ministro de Familia y Discapacidad del gobierno italiano que “las familias formadas por miembros del mismo sexo (dijo sexo, no género) no existen”, a pesar de que las uniones civiles entre personas del mismo género han sido aprobadas en Italia desde la pasada legislatura. Invisibilidad, cómo no. Nos horroriza el poco tacto con el que se sentencian frases tan lapidarias como estas negando el concepto de familia a parejas del mismo género.
“La familia es natural, formada por una madre y un padre”, añade Lorenzo Fontana excluyendo cualquier otro modelo de familia. También advierte de que una de sus prioridades es disuadir a las mujeres de abortar en Italia ya que Europa está envejeciendo. “Se dice que Europa envejece y necesita inmigrantes. Sin embargo, yo creo que lo que hay que hacer es tener hijos”, sentencia.
Estas palabras llegan justo después de que Matteo Silvini, ministro del Interior dijese que “los niños tienen una mamá y un papá y no progenitor 1 y progenitor 2”. Vemos que no tuvo en cuenta la posibilidad de tener papá y papá o mamá y mamá. ¿Progenitor 1 y progenitor 2? ¿Qué?
La diputada del Partito Democratico, Alessia Rotta, pide a Fontana que no solo sea ministro de quienes piensan como él sino que sea ministro de todos los italianos. Monica Cirinnà, impulsora de las uniones civiles entre personas del mismo género en Italia, tacha la postura del ministro Lorenzo Fontana como peligrosa.
El partido le excusa pero no le ampara. Lega Nord alega que Fontana es libre de tener sus ideas, sin embargo esas ideas no son prioritarias para ellos ni están en el programa de Gobierno.