El 30 de junio de 2017 pasará a la historia como el día en el que Alemania aprueba el matrimonio homosexual y se convierte en el vigésimo cuarto país del mundo en hacerlo. El proyecto, impulsado por los socialdemócratas rompiendo el acuerdo de coalición con la canciller, Ángela Merkel, ha sido apoyada por 393 diputados. Merkel y 225 parlamentarios más votaron en contra.
Se espera que antes de final de este 2017 la ley de matrimonio igualitario entre en vigor en el país germano. Esto implica la igualdad de derechos y la posibilidad de adopción.
Tras la votación, Merkel citó la Constitución alemana recalcando que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer, sin embargo, aclaró haber cambiado de opinión y se expresó, sobre la adopción, que su negativa venía amparada por el “bienestar” de los menores. Pese a su voto en contra, la canciller espera de este momento “promueva el respeto a distintas opiniones y traiga mayor cohesión social y paz”.

En Alemania las uniones registradas entre personas del mismo sexo estaban en vigencia desde el 2001. Tras haber aprobado el matrimonio igualitario, se suma a los 11 países con derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo de la Unión Europea. En ellos constan Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino Unido (salvando Gibraltar e Irlanda del Norte) y Suecia.
La Unión Europea es un gran ejemplo en términos de igualdad de derechos. Sin embargo, son muchos los países pertenecientes que no solo no abogan por un matrimonio igualitario, sino que no avalan un registro de parejas si éstas se componen por miembros del mismo sexo. Bulgaria, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumanía aún les queda la igualdad de derechos como asignatura pendiente si hablamos de la comunidad LGBT+.