Ahí estás tú, con el móvil en la mano, debatiéndote si buscar su perfil o no. Sabes que no deberías pero, ¿qué te lo impide? Crees ser una espía de Misión Imposible, la nueva 007, las redes te han brindado la capa de invisibilidad de Harry Potter y puedes rondar por los perfiles más recónditos nutriéndote de fotos y comentarios ajenos. ¡Ah! Hasta que se te escapa un me gusta en una foto del 2005… Aaaaamiga, ¿te piensas que con quitarlo puedes hacer que no ha pasado nada? Vas a quedar fatal. Stalkear es todo un arte y vamos a enseñarte a ser la Da Vinci del cotilleo
Cuando te ha bloqueado
Vaya, qué casualidad, ¿no? Justo la persona que te interesa te ha bloqueado. ¿No tendrá nada que ver que no has parado de hablarle a pesar de que claramente te ha leído y no te ha contestado, no? Tampoco que le hayas dado like en todas sus fotos de insta en dos horas. Todo muy normal y muy sano, claro que sí. De todas formas yo no estoy aquí para juzgar, sino para hacer que sigas con tu insana obsesión -aunque, háztelo mirar, porfi-.
Cuando te ha bloqueado solo tienes dos opciones: Crearte otra cuenta o salirte de la tuya. No nos vamos a engañar, si te ha bloqueado hace poco y derrepente @TuXicahMisteriosA17 le empieza a seguir, pues a ver, sospechar va a sospechar. Lo mejor, si no tiene cuenta privada es que salgas de tu perfil y metas el dominio con su usuario en un navegador. A parte de poder ver el perfil, no vas a cagarla dando like porque en cuanto lo hagas la red social te invita a que te registres. ¡Sin usuario no hay peligro! #Truqui.
Cuando tiene el candado
Las hay listas y luego está tu ex, que a parte de lista es capaz de sacrificar los likes echándole el candado a sus redes.
En este caso para poder cotillear vas a tener que hacerte una nueva cuenta sí o sí. Pero a ver, piensa un poco antes de actuar: no te hagas un perfil personal, básicamente porque suplantar la identidad de alguien es ilegal. Si ella es fan de alguien, por ejemplo de Justin Bieber -ojalá que no-, hazte una cuenta fan, pero ¡ojo! No la sigas a ella primero. Reúne bagaje, empieza a seguir a mucha gente, a destajo y publica a diario al menos una semana. Cuando crees que puede colar por alguien que no tiene nada que ver con ella: SEGUIR. Y bueno, toca esperar. Eso sí, sigue manteniendo la coartada.
No signal, yes party
El truquito de quitarle los datos al móvil es lo más recomendable a la hora de hacer scroll tanto en Instagram como en Twitter. Claro, nos emocionamos y en una de esas hacemos RT a algo que no debemos o le damos un me gusta como una casa de grande a la foto que sale con su nueva chica. ¡Cero orgullo, chica! Que no parezca que te importa es primordial, y para eso la indiferencia es obligatoria. Por eso, si tanto te pica la curiosidad, carga su perfil y quita los datos. Cuando lo hagas tendrás a tu disposición un buen número de fotos para stalkear y su instastories cargada. Puedes hacer lo que te dé la gana, nada va a llegarle. Luego salte y enciende de nuevo los datos. Parecerá que nunca has estado.
Sift+ctrl+N
Si ya quieres ser la Matahari de todo este enfermizo juego, métete en modo oculto en las redes de tu ex. ¿Cómo? Fácil: Sift+ctrl+N. Realmente vas a tener que hacer todo lo anterior, pero no dejarás huella en tu historial ni en tu ordenador. Imagina que viene tu amiga, esa a la que le cuentas las dramas, se quiere meter en su instagram y le sale el enlace del usuario de tu ex en recomendados. Te echa la bronca y lo sabes. Con esto jamás te pasará porque no quedará registrado una vez cierres la pestaña oculta. Sí, acabo de convertirte en una auténtica hacker.