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Hayley Kiyoko dice no a las curiosas

15 de enero de 2018 | Cine y TV

Y va Hayley y no nos habla de lo estupendo que es ser lesbiana, sino lo nada estupendo que es ser lesbiana y dejar a tu novia (rollo o lo que sea) por un tío para ver qué pasa. ¡Pues qué va a pasar! Que la vas a echar de menos, tolai. Con esa reflexión está todo dicho.
No sabemos si esta canción está basada en hechos reales. Por la salud mental de Hayley, esperamos que no. La historia comienza en una fiesta de esas que organizan los jóvenes americanos, una de esas en la que no has estado en tu vida porque, no nos engañemos, que coincidan todos los amigos en el fin de semana en el que se van tus padres y te dejan el chalet de 400 metros cuadrados habitables y piscina para ti sola, no suele pasar. La chica, llamémosle Curiosa, entra con su nuevo y perfecto novio a casa de Hayley (he supuesto que es la casa de Hayley gratuitamente). La ve de lejos, la mira descaradamente, de la come con la mirada, vamos… ¡Anda que hay que tener los ovarios bien puestos para presentarse con pareja a la fiesta de tu ex (rollo/novia)! Ah, ¿que no lo sabías? La canción va de una chica “curiosa” que decide estar con un chico. Really? ¿Era necesario? ¿Tanto necesitas saber cuánto de hetero eres por si así te va mejor la vida? Entiendo (tú no, ¡ja!).

¿Sabéis lo mejor de todo esto? Que Curiosa muestra cada vez más interés por su ex. Vamos, que el chico pasa a segundo plano con una velocidad vertiginosa. Una pena, de verdad, que le haga perder el tiempo al pobre chaval. ¡Si es que hay chicas que no aprenden! Total, que Curiosa va buscando a Hayley por toda la casa -tralarí tralará- hasta que la encuentra con otra chica. No sé si esperaba que Hayley le iba a esperar para toda la vida o qué, pero se indigna bastante la amiga. Como tiene los ovarios bien puestos como hemos dicho antes, coge con todo el descaro que lleva ahorrando desde el año pasado y la agarra de la mano para llevársela al baño. Vamos, que sufre de un perrohortelanismo de campeonato y no le da la gana estar con ella, pero que tampoco está con otra, para eso está ella, ¿no? Mucho morro veo yo aquí.
Ahora llega la parte estrella donde Hayley se aprovecha de la situación: le mete mano, pero poco; la besa, pero menos; la mira, pero no como antes. Se da la vuelta y se va -a lo Pimpinela-. Curiosa se queda en un WTF eterno hasta que cae en cuenta de lo ingenua que ha sido. ¿Acaso crees que vamos a estar aquí a vuestra disposición, heteroperos? Hayley Kiyoko dice: NO.

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