Isabel Tapia, presidenta de Gaylespol: “Hasta que dejen de haber agresiones, asociaciones como la nuestra serán necesarias”
Hace unos años hubiese sido inimaginable ver una marcha por los derechos LGBT+, mucho menos ver a agentes de la autoridad, pertenecientes al colectivo, subidos a una carroza para reivindicar sus derechos.
“Gaylespol comenzó a cuenta gotas”, nos cuenta Isabel Tapia, y hoy es una asociación que ha llegado a intervenir en conferencias en Colombia, México, Portugal, Irlanda, Holanda y Austria, pasando por charlas a diferentes cuerpos policiales de España.
Entre sus cometidos, Gaylespol atiende consultas y denuncias. “Realmente comenzamos con poquitas consultas y muy distanciadas. Ha sido a lo largo de los años, a medida de que nos hemos ido a conocer en todas españa, que ha ido increscendo”. Comenzaron hace once años y, en todo este tiempo, la consulta más repetida ha sido por problemas laborales o posibles problemas laborales por la orientación sexual del trabajador.
—¿Cuál es el colectivo más discriminado en el cuerpo? —le pregunté.
—Yo diría que el policía gay —rotundo.
Entre los mismos compañeros hay una estigmatización de que el policía gay no tendrá la fuerza, la contundencia y la determinación. “Ese estigma del policía con pluma” cuenta Tapia. “En cambio, a las chicas, a las policías lesbianas, los compañeros nos tienen en consideración como si tuviésemos más fuerza, más arrojo y más valentía”. Todo lo que tenga que ver con la masculinidad se considera mejor. Coincidimos en que es un pensamiento grabado a fuego por el machismo ancestral que nos rodea: lo masculino siempre es más y mejor. “Aunque realmente hay policías que si no lo comentan, confiesan o lo dicen nadie en ningún momento podría decir que es homosexual. O compañeras femeninas, lesbianas, pero que si no lo dicen, si no lo comentan tampoco se sabría. Se salen fuera del encasillamiento ese que hablamos”.
—Desconozco si hay transexuales dentro de los cuerpos de la autoridad.
—¡Los hay! —dijo emocionada — Pocos pero los hay.
—¿Y qué tipo de problemas han tenido?
—Que sepamos, no han tenido problemas.
Hay miembros del cuerpo transexuales que han hecho incluso su tránsito dentro del cuerpo de policía. “Un compañero”, relata Isabel, “ha hecho el tránsito dentro de su cuerpo policial y ahora es mujer”. Entendemos que por ser ya funcionarios la organización no tiene por qué impedir ni oponerse ni cuestionar el cambio de género de esa persona.
Pero el ideal de no impedir, oponerse y cuestionar no es lo que se ve en las calles. “Nos llegan, en general, consultas para saber qué hacer en caso de agresiones físicas y verbales”. Vamos camino a la modernización, según Tapia. De que la gente sea libre de amar a quien sea de tener la concienciación de que somos personas y hay que tener en cuenta cómo es esa persona sin tener en consideración con quién se va a la cama con quién se relaciona. “No tiene por qué cuestionarse eso, es algo muy particular de cada uno. Hasta que no dejen de haber agresiones, hasta que no hayan vejaciones, que dejen de haber insultos, hasta que dejen de haber pintadas, en bancos, en fachadas, en las puertas de comercios hacia algún determinado grupo de personas, hasta que esto deje de existir, asociaciones como las nuestras son necesarias”.
—¿Y si no te encuentras con una mente que no cuestione?
—Hay que denunciar. Se debe denunciar y hay que tenerlo claro.
Hay que ser conscientes que la policía necesita que estos hechos se denuncien, para poder perseguir al agresor e inculparlo. Es primordial contactar con la policía más cercana. “Si estamos hablando de agresiones deberá irse a curar, pasar por un centro médico y presentar en la denuncia el parte de lesiones, pues será la prueba de mayor o menor gravedad la prueba que pueda aportar”, defiende Isabel. En el caso de aresiones verbales o empujones sin que llegue a haber lesión, la presidenta de Gaylespol nos comenta que es fundamental presentar testigos: “Los testigos están fuera de ese núcleo y pueden darnos información que hasta la propia víctima desconoce. Y entre unos y otros podemos sanear el tema e identificar al o a los agresores”.