Entramos en un tema delicado: ¿Acaso si eres lesbiana y te enamoras de un hombre eres bisexual? Técnicamente sí, lo serías. La etiqueta 100% heterosexual o 100% homosexual no representan la cantidad de matices. Sin embargo, la etiqueta de bisexual tampoco encuentra hueco en muchas personas, al fin y al cabo las etiquetas están para visibilizar pero hay que encontrarse a gusto con ellas.
En este post, términos políticamente correctos a parte, queremos hablar de ese momento en el que las mujeres han sido tu único género capaz de hacerte sentir deseo hasta un día en el que aparece él. Realmente es el argumento que usarán muchos homófobos para decirte la típica frase de “es que eras hetero pero no habías encontrado al hombre perfecto”. No, muy señor mío. Has encontrado a muchas mujeres perfectas y a un hombre perfecto en concreto. Si realmente te aporta lo que quieres que tu pareja te aporte, ¿por qué tener prejuicios precisamente nosotras que estamos en contra de ellos? No te van a quitar las llaves del camión ni van a confiscar todas tus camisas de cuadros. Venga, ¡un poco de humor!
El caso es que puede suceder. Entre el flechazo y un amor elaborado a fuego lento, hay un millón de posibilidades para enamorarse de un hombre. Vamos a dejar el físico de lado, como también insinuamos que lo deje la chica hetero que nos gusta. Esto iba de que nos enamoramos de personas y somos espíritus a la deriva en busca de un alma que nos complete en este camino incierto que es la vida, ¿no? (NO, pero supongamos). Entonces déjame decirte que tras el envoltorio del género cualquier hombre puede ser como cualquier mujer y viceversa. Su capacidad intelectual, su historia, su manera de hablar, de tratar a las personas, sus ojos, cómo se mueve, cómo te mira… los motivos pueden ser infinitos. El género no le acompaña, pero ¿y si fuese tan espectacular que pasase a segundo plano? Dime, ¿tienes prejuicios?