Mariely y Carla están casadas. Juntas dieron a luz, en Florida, con un mes de diferencia a Matteo y María, dos preciosos bebés frutos de una inseminación artificial. Sin embargo, lejos de haberse tratado de una inseminación corriente más, Mariely y Carla fueron conscientes en todo momento de la identidad de los padres biológicos de ambos bebés: Juny y Álex; amigos de la pareja de mujeres, gays y, también, casados.
La pareja deseaba ampliar la familia, pero un donante anónimo no entraba en sus planes. Álex se sumó a la familia siendo donante de, en principio, el único de sus hijos.
Mariely y Carla lo conocían desde hacía 10 años y al conocer a su pareja, Juny, barajaron la posibilidad de poder tener no uno, sino dos nuevos miembros en la familia. Ambos prometían ser padres modelos. La relación entre los cuatro era factible para hacer crecer la familia.
La pareja se embarazó al mismo tiempo y con un mes de diferencia dieron a luz a los más recientes miembros de esta familia: una niña, María; y un niño, Matteo. Alex y Juny estarán presentes en la vida de estos dos niños y ejercerán, si se requiere, de figuras paternas. Sin embargo, las madres son las que tienen la custodia total de los niños. Una curiosa historia dentro del colectivo que nos demuestra, una vez más, que la base de todo está en el amor.