Ángel Alferez tiene 27 años y empezó en 2015 el tratamiento hormonal para hacer el cambio de género. Nos cuenta que desde que recuerda había algo que no terminaba de encajar. Sin renegar en absoluto de su pasado, pues defiende que vivir dos vidas es mejor que una, se limitó a ir descartando etiquetas en las que en un principio se sentía a gusto. “Las etiquetas no tienen por qué ser para siempre”, comenta. Y es que teniendo claro que la atracción la sentía por las mujeres, en la época en la que se identificaba como mujer, se asumía como lesbiana. “Nací biológicamente mujer, me identificaba como mujer, me atraían las chicas, mi etiqueta era de mujer lesbiana”.Sin embargo, las etiquetas no deben ser impuestas. “Las etiquetas están muy bien siempre y cuando te sientas a gusto con ellas”, alega Ángel.
En un mundo donde la diversidad es amplia pero la información no abarca todas las posibilidades, el miedo alberga en muchas de las personas que no se identifican ni por identidad ni por orientación con lo ya establecido. “Claro que una mujer lesbiana puede salir con un chico trans y por supuesto una chica trans puede ser lesbiana. La diversidad es tan amplia”, defiende.
Además, nos cuenta cómo fue el proceso del cambio junto a su pareja: “Antes éramos una pareja de chicas lesbianas y ahora socialmente se nos identifica de otra manera”. Y realmente es una suerte contar con esta infinidad de posibilidades que abanderan la libertad de ser y de amar. Desgraciadamente aún no tenemos las herramientas suficientes para asumir toda esta diversidad e interiorizarla para erradicar los prejuicios.
“Cuando tu buscabas información sobre trans, había muy poca”. Ángel, que recuerda como tecleó en busca de información en el 2014. Nos habla de Trànsit, un servicio gratuito dependiente del Institut Català de la Salud que ofrece asesoramiento tanto a la persona trans como a su entorno cercano. Además, Ángel dona el 100% de los beneficios que obtiene con su colección de camisetas “Soy Trans ¿y qué?” a Chrysallis la Asociación de Familias de Menores Transexuales. “La falta de información hace que haya miedo a empezar el cambio”, condena. Miedo que poco a poco se va superando con asociaciones como Chrysallis y el apoyo de la sanidad pública.
No cabe duda, las etiquetas binarias no representan la totalidad de nuestra sociedad. Sin miedo os animo a vivir una vida o todas las que os hagan felices.