A Anna le llaman Aruka y ese es el nombre por el que se conoce su canal, Aruka’s World. Acaba de terminar sus estudios en post producción audiovisual y puede que sea ese su secreto para que sus videos reúnan una calidad excepcional de montaje, a pesar de todas las peripecias que hace detrás de las cámaras para no solo otorgarnos con su presencia, sino con otro personaje más -de momento uno- que ella misma representa también en sus vídeos.
Lo que comenzó con un contenido muy variado, se ha ido concentrando en los sketches de Anna y Aruka, dos compañeras de piso asombrosamente idénticas y paradójicamente contrarias. Parece que este es el contenido que sus seguidores más han demandado y, desde luego, es el contenido que más elaboración lleva. “Cuando todo está perfecto para mis seguidores, sigo pensando que puede estar mejor. Siempre se puede hacer mejor”, nos comenta.
Gracias a la plataforma, ha logrado plasmar y enseñarnos algunas de las inquietudes que le rondan en su imaginario, siempre, por supuesto, dándole un valor extra al mensaje. “Si me dieran todos los recursos haría algo sencillo pero que llegase, con mensaje, que termines el vídeo y te lo lleves”, asegura.
“Youtube es peligroso, tanto para el youtuber como para el espectador”, alega. Hay que tener en cuenta que un solo canal es influencia para una masa considerable. Un contenido negativo puede determinar un tipo de pensamiento nada favorable para el espectador y, a su vez, el youtuber se expone a un gran público. “No me había planteado que todo lo que suba se queda para siempre, y no me importa. Como cuando salí del armario en el canal”, nos cuenta. Y es que Youtube es una potentísima herramienta de comunicación: “Yo creo que es importante que los personajes públicos digan abiertamente su orientación sexual. La gente que lo ve se identifica y no pasa nada”.