San Valentín es una celebración tradicional que alcanzó numerosos calendarios mundiales durante el siglo XX. Ahora ejerce una especie de presión social cada 14 de febrero. Si tienes novia tienes que rebanarte los sesos pensando qué hacer en San Valentín mientras que si no tienes novia casi que es peor.
Hay muchas maneras de afrontar este día, y todo dependerá de la persona (o no) que tengas al lado y de tus ganas.
Si te dice que es un día más
Si tu novia te dice que “bah, es un día como otro cualquiera”, puede ser que lo piense, o puede ser que no. A ver, todos sabemos que para dar una sorpresa hay que despistar, y puede que esa frase sea una estrategia de despiste. ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que ella haya montado un día increíble para las dos, regalo incluido, y tú te presentes con las manos vacías. ¿La solución? Aparenta normalidad y ten un plan B, siempre. Aprovecha para comprarle ese detalle que querías comprarle (o hacerle, que aquí somos muy dadas al Do It Yourself) y tenlo a mano. Si realmente no ha preparado nada para ese día, sorpréndele con él y una tarjeta que diga “Este es un día cualquiera, y como día cualquiera, te quiero”, (ya se oyen los aplausos desde aquí). Si ella ha preparado algo, ¡boom! Tú también le darás una sorpresa.
Si te dice “hagamos algo especial”
¡Piensa, piensa, piensa! ¿Lo mejor si no quieres que recaiga en ti toda la responsabilidad? Dile lo romántico que sería planearlo juntas. Seguro, pero seguro además, que habéis hablado de hacer algo alguna vez y nunca os habéis animado. No tiene porqué ser la típica pastelada de ir al cine y a cenar, es que puede ser desde pasear por la playa (febrero, abrígate) hasta taparos con una manta, beber chocolate caliente y hacer maratón de películas románticas. NO veáis El Último Suspiro, optar por algo más animado. No importa el plan, sino la compañía. Mi consejo sincero es olvidarte de las expectativas, disfruta del momento y déjate sorprender y… ¡ah! Importantísimo: Haz lo que te nazca. Si te apetece escribirle una tarjeta gigante, hazlo. El amor no está para ser coartado.
Si no tienes novia (ni falta que hace)
Aquí abogamos porque el amor más sincero es el que se debe tener a una misma, así que líbrate de esa presión social que nos dice que si en San Valentín no tienes novia eres una loser. ¡Para nada! Una vez escuché que hay gente que se toma las relaciones tan en serio que casi siempre están solteras y me pareció una buena reflexión. También hay otras como “más vale sola que mal acompañada” y, mira, si estás soltera es porque no ha llegado la adecuada, así que aprovecha contigo misma este día. Puedes tomártelo como un día normal y ni siquiera estar leyendo esto, o puedes hacer una reivindicación sobre este día y comprarte unas rosas para ti, unos bombones para ti, irte a cenar e ir al cine. SOLA. No vas a discutir ni por el menú ni por la película. Lo mismo es la clave para el 14 de febrero.