La noticia de el primer hijo de lesbianas del 2013 ha recorrido el mundo y augura un periodo de mayor visibilidad y respeto por la condición de las familias homoparentales, y de la insistente lucha por la legalidad del matrimonio igualitario y de los derechos de las familias.
Poco después de la medianoche del día 1 de enero Sacha el primer bebé francés, hijo de lesbianas, ha dado una interesante chispa a los medios de comunicación franceses que lo reseñan como un símbolo de fortaleza para la tolerancia y la normalización del género.
El pequeño Sacha, hija de Maude y Delphine, fue concebido en una clínica de Bruselas. Tras el nacimiento, las felices madres sólo solicitan a través de los medios de comunicación que derramaron pasión al comunicar la noticia, que el nacimiento de su pequeño es tan solo una de las tantas razones por las que el día 29 de enero el debate del proyecto de ley para el matrimonio igualitario en la nación francesa deberá caminar hacia su aprobación. Pues ambas madres quieren tener los mismos derechos y deberes sobre su hijo, y hasta que no sea aprobada la legislación sólo la madre biológica tiene derechos sobre el hijo de la pareja.
El pasado mes de diciembre, París y grandes ciudades de la nación francesa vieron numerosas y multitudinarias manifestaciones en apoyo al derecho al matrimonio y la adopción de las parejas homosexuales, que liberó consignas como “La igualdad de los derechos no es una amenaza”, “Solteros, heteros, pero solidarios”, “Derecho para todos a elegir”. Los objetivos son, por un lado, presionar a la mayoría de izquierdas en el Gobierno para que cumpla sus compromisos y, por otro, dar respuesta a las movilizaciones contra el matrimonio gay, que han acaparado la escena política en las últimas semanas.
Fuente: Centre France