Hay unos pequeños matices entre una relación romántica y una relación amistosa, eso no implica que una sea mayor que la otra, sin embargo tendemos a menospreciar la segunda para dar más importancia a la primera.
Está claro que entre nosotras puede haber mucho más conflicto en lo que amigas se refiere. Mientras una pareja heterosexual no suele cuestionarse si su novia es “demasiado cariñosa” con su mejor amiga -aunque se han dado casos y lo sabéis bien-, con nosotras es un tema un pelín más delicado.
De sobra sabemos que una relación de amistad y una relación romántica no son lo mismo, aunque la romántica pueda contener dentro una gran amistad y la amistad pretenda ser romántica por alguna de las partes. El caso es que cuando ambas relaciones vienen por separado -una gran amistad con alguien y una gran historia de amor con otra- tendemos a hacer de menos a nuestra amistad por enaltecer nuestra relación.
—Amor, pasas mucho tiempo con X.
—Tranquila, sólo somos amigas.
Sólo. SÓLO. ¿Es una amistad menos que una relación? ¿Cuándo decidimos eso?
Clasificar las amistades de “sólo amigas” es negar el trasfondo de las mismas. En una relación de amistad hay el mismo empeño, esfuerzo y ganas que en una relación romántica. La confianza, el cariño, la intimidad… Tu mejor amiga puede conocerte tanto o mejor que tu novia. De hecho, una relación de amistad puede contener aspectos de tu vida que no se trasladen a tu relación romántica: recuerdos, anécdotas, vuestras “cosas” que sólo vosotras entendéis.
Ahora, sin querer menospreciar tampoco las relaciones románticas, diré que ésta también puede tener una intimidad a parte de tus amigas, pero bajo ningún caso se deben sopesar en una misma balanza porque ni son incompatibles ni son lo mismo.
Y, ¿tú? ¿Has tenido que valorar lo que significa amistad o amor alguna vez? ¿Has tenido que lidiar con tu pareja por tu mejor amiga? ¡Cuéntanoslo aquí abajo!