¿Y tú, YA HAS SALIDO DEL ARMARIO en tu trabajo?

Si se dejarán de poner etiquetas, nadie tendría que “salir de ningún armario”. Que manía, yo no voy con una pancarta diciendo que me gustan las mujeres porque a la gente no le importa mi vida, pero tampoco voy a ocultar si tengo una relación con una chica.

Lysha

Yo no es que haya salido del armario ¡es que ni he entrado! 

Estefania

Ni entro ni salgo. Hablo de mi novia igual que hablaría de mi novio si fuese hetero y a quién no le guste, mala suerte. No tengo porque esconderme de nada. Bien orgullosa estoy.

Leticia

Se trata de ser tu misma y ya está. No te levantas un día y eres lesbiana así sin más… Es algo que se siente. Y gen- te que llama la atencion hay por todos lados, tanto heteros como gays. Vivir tu vida con normalidad es lo importante.

Alina

yo también hablo de mi mujer con toda la normalidad del mundo y respeto a todas las personas… Me lo enseñaron mis padres desde la cuna y siempre los he admirado por ello.

Ana

Trabajo en una residencia de monjas. No puedo salir del armario, me despedirían al instante.

Rosie

En el armario sólo los abrigos… jeje

Tina

Si los demás hablan con naturalidad de sus parejas y familias, nosotras también.
En un empleo hay relaciones amistosas entre trabajadores y muchas tendemos a estar calladas y a no hablar de nuestra vida privada, cuan- do todos lo hacen. Muchas tenemos miedo a ser despedidas o a no ser contratadas. A parte del miedo al rechazo y burlas de los compañeros.

Verónica

Yo salí del armario de una manera muy sencilla, empece a hablar de Rocío de una manera natural. Siempre hay algún cabrón homófobo que dice “lo que hagas en tu cama no nos importa”. A lo que hay que contestarle que a ti tampoco lo que haga él con su mujer. Y le escopetas todo lo que haya dicho que ha hecho con ella desde el nombre de los niños hasta a donde se fue el último puente…

Se tienen que dar cuenta que el ser homosexual es nuestra realidad afectiva, no una realidad a parte, como si fuera un vicio que hay que ocultar. Hay que ser muy respetuosa con los demás y ellos los serán contigo.

Beatriz

Mis jefes saben que soy lesbiana porque las noticias vuelan y me han visto con mi pareja por la calle. Algunos co- mentaban que muy bien, otros no decían nada pero me miraban como si a un bicho raro e incluso algunos me hicieron el vacío. Otros, escondidos en el armario me apoyaban.

Sí que es cierto que trabajando con gente mayor no puedo decir nada, tengo que decir mi pareja y ellos me dicen “tu novio” pues tienen una mentalidad en la que me echarían a la primera de cambio de sus casas. Triste pero cierto.

Fanny

Salir del armario lo encuentro un poco antiguo… No debería ni alardearse ni esconderse, sino vivirlo con normalidad.
Si nosotras mismas somos incapaces de normalizar las cosas, no podemos pretender que los demás lo hagan. Yo vivo mi vida como quiero y hago lo que siento en cada momento. Espero que mi crítica no ofenda a nadie y sí que haga replantear ciertas cosas o maneras de decirlas. Creo que “el miedo a” es lo que alimenta a los demás a vernos como inferiores y diferentes y, consecuentemente, a atacar- nos… La imperfección está en el ojo del que mira. Deberías tener la fortaleza y cordura de ser tu misma sea cual sea la respuesta. Y también aceptar los rechazos… Es su problema, no el tuyo por ser lesbiana.

Belén

Ser una misma, con naturalidad es la única forma de estar bien contigo misma. Hacer lo contrario sólo por miedo a lo que puedan pensar o a que nos traten diferente, al final nos perjudica a nuestra felicidad. Lo digo porque yo también omitía temas de pareja para no decir nada y eso me hacía sentir como

un bicho raro. Conclusión, ser una misma y mostrarse transparente ante los demás es lo que realmente nos da la felicidad.

Simplemente Yo