Somos muchas las que tras estar un tiempo con una persona deseamos algo más, dar otro paso y poder llamar ¡por fin!, a esa chica “tu pareja”.
Sin embargo no todas son tan románticas, y prefieren no ponerle nombre a nada. Simplemente no hace falta…
Para algunas es un estilo de vida (ir de flor en flor), para otras es un obstáculo, un miedo, una mala experiencia…
Si te sientes identificada, este artículo puede ser una buena guía para poder ayudarte a despejar estos miedos, dudas e incertidumbre. No hay ninguna consecuencia sin causa, de modo que lo primero que debemos hacer es analizar las relaciones pasadas, recordar situaciones con las que podamos asociar esa actitud o hasta pensar en los traumas.
Algunos motivos de porque te pueden dar miedo empezar una relación
Miedo a que la relación termine
En vez de disfrutar del momento, dejarse llevar y estar simplemente bien, a veces nos empezamos a preocupar por cómo va a ir esa relación, que va a hacer cuando la relación termine, como se va a sentir… Es cierto que todo tiene un principio y un fin, pero no hay que dejar que esto sea un obstáculo. Este motivo en el caso de algunas chicas las bloquea para seguir adelante con lo que tienen con esa persona, le tienen mucho miedo a la pérdida y prefieren no arriesgarse que seguir.
Miedo a salir herida
Hay chicas y chicas, y otras más sensibles que otras. Una vez pasa algo malo en la vida de una, esta se cierra y durante tiempo se “castiga”, sin dejar que nuevas experiencias vengan a ella. A veces se llegan a cerrar tanto que no se dan cuenta cuando una oportunidad se presenta a ellas.
Miedo a la infidelidad
A nadie le gusta que le sean infiel, a NADIE. Aquí es cuando empezamos a menospreciar a nosotras mismas, por los complejos y de repente se sienten inferiores a las otras chicas pensado que no son lo bastante buenas, lo bastante guapas como para poder mantener una relación duradera y que su chica se vaya con otra de vez en cuando.
Miedo al control
Hay chicas muy independientes, auto suficientes que a la mínima que alguien intenta controlar sus acciones ya se ponen nerviosas. Intentan evitar esa presión porque realmente no es necesaria. El modo de pensar es que si tienen pareja esta les va a intentar controlar, preguntar todo el rato si están bien, qué hacen, donde están, pedir explicaciones ante cualquier cosa… Y esto sí que no, de modo que es mejor no crear ningún vínculo con la persona por si acaso. Estas chicas prefieren sentirse libres que presionadas y observadas.
Miedo al compromiso
El miedo a comprometerse, a no querer aceptar responsabilidades tira mucho para atrás en el momento de tener pareja de forma oficial. Esto va de la mano con la inseguridad, la inseguridad de si nos gusta esa persona, si va a ir bien… En fin, en realidad es un cúmulo de todo lo mencionado anteriormente, por que se le tiene pánico. Puede haber dos tipos de chicas que no quieren compromiso:
La primera simplemente por que va “de flor en flor”, no quiere enamorarse ni estar pendiente de otra persona.
La segunda es una persona insegura de sí misma. Teme a la ruptura, a la infidelidad, al control… , prefieren no vivirlo. Prefieren ir haciendo con la otra persona y cuando una de las dos se canse dejarlo, así, sin más. De esta forma,” en principio” nunca van a salir heridas y tienen la excusa perfecta por si pasa algo, decir:
Pero tú y yo no somo pareja y puedo hacer lo que apetezca…
¿Tú cómo lo ves? ¿Vale la pena dejar de sentir por miedo? ¿Es mejor dejar escapar oportunidades solo por no querer salir herida? ¿ Hay que empezar a trabajar en una misma?
Y por último…
Si al final, de todas formas, aparecen todos estos sentimientos ¿hay algo que perder?