Menudo lío te espera… No, ahora en serio, tener amigas con derechos no tiene porqué salir mal, eso sí, has de tener en cuenta que te embarcas en una relación. Sí, relación, porque, aunque no haya un vínculo sentimental o romántico, hay normas que vas a tener que acatar. Incluso la falta de normas es una norma, ¡ja!
Antes que nada has de entender que lo más probable es que no vaya a más. Si tienes sentimientos hacia esta chica, de verdad, no sigas. Pensar que con el paso del tiempo ella también se enganche a ti de la misma manera que tú a ella no es excusa suficiente para mentirle diciéndole que no, que no sientes nada por ella porque lo más probable es que lo vuestro siga siendo mero sexo durante vete a saber el tiempo y tú ahí, sufriendo. Teniendo esto claro, adelante.
Las explicaciones están prohibidas, y es así porque las preguntas también lo están. Nada de stalkearle el Instagram preguntando disimuladamente quién es esa o quién es aquella. ¡NO! A ti te da igual con quien se vea fuera del tiempo en el que está contigo. Si ves que no puedes soportarlo, revisa la primera norma y huye.
Llegados a este punto y con las dos normas de oro bien aprendidas, puede que estés preparada para este tipo de relación. Sin ataduras, sin compromisos, sin complicaciones. Llana y simple como la vida que deseas tener. No, no va a ser la historia de amor del siglo, pero hay muchas más virtudes en una mujer que el aspecto sentimental y afectivo que tanto explota nuestra cultura.
Y, ¿tú? ¿Quieres tener una amiga con derecho?