Antes de hablar de tu ex: piensa

Tú, sí, tú. Ya sé que estás segura de lo que sientes por tu chica y que cuando se te escapa un comentario relacionado con tu ex lo haces sin la más mínima intención de ofenderla o hacerle entender que aún sientes algo por ella. Pero eso lo sabes tú y yo que te conozco. Ella, por muy comprensiva que sea, como mínimo sentirá un pequeño resquemor. La pregunta es, ¿es necesario?
Últimamente estamos muy open mind, muy de las energías y de la comunicación, donde todo fluye y donde las relaciones se deberían construir sobre los sólidos pilares de la confianza. Todo eso está de lujo, de verdad, pero una cosa es tener esa maravillosa mentalidad y otra muy distinta es justificar todo lo que hagas con un “bueno, pero es lo que hay y hay que respetarlo”. Evidentemente si prima sobre todas las cosas que menciones a tu ex por algo que sin ese contexto no se entendiera, a ver, ¡obvio, hazlo! ¿Pero mencionarla a diario sin ningún fin? Mira, no.

Te pongo un ejemplo sencillo para entenderlo: Ha pasado el tiempo y te encuentras a tu ex de compras, charláis y acabáis tomándoos un café. Todo idílico porque os habéis superado y ha sido agradable volver a verla. Como eres una chica diez y no le ocultas nada a tu novia -por qué deberías, no hay ningún problema- le mencionas que habéis hablado. Es más, puede ser algo mucho más sencillo y realmente que tu ex y tú seáis amigas. No pasa nada. Algo muy distinto sería que sin tener contacto ninguno con ella -o teniéndolo aunque no estoy segura de qué es peor- tengas su nombre todo el día en tu boca. “Me acuerdo que un dia fuimos…” “Ella hacía esto así…” “Esto me recuerda a…”
Antes de hablar de tu ex piensa si es necesario, relevante y sano para tu relación. Echa una mirada introspectiva y descubre cuál es el motivo de que ella aún esté tan presente. Si aún sientes el apego o fue una relación muy dependiente, deberías solucionarlo antes de hacer daño a alguien.