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Ghosting: todo estaba bien y nunca más supiste de ella

14 de diciembre de 2017 | Columnas
ghosting

Aunque la palabra suene increíble -porque lo que es molar, mola-, el ghosting es algo así como ser el fantasma de Snachap: desaparecer sin dejar rastro y punto, un nunca más se supo, hacer la del humo, fugar… o lo que es lo mismo, ser un poco capulla.
Empezamos a tener más conciencia de este fenómeno cuando el tener saldo o no ya no era excusa para dejar de llamar y se ha visto potenciado por la facilidad de comunicación que existe hoy en día. Es tan sumamente sencillo entablar una conversación con cualquier persona del mundo que el contrapunto de cortar la relación también se ha engrandecido.

La situación

Conoces a una chica, te da su número, su Instagram o su perfil de Facebook (la red social es lo de menos) y comenzáis a hablar. Todo va extrañamente bien. Habéis encajado, las conversaciones no se mueren en un ‘hola, qué tal’, no se ríe como una posesa -jjajajajaajja- con cada cosa que dices ni contesta a todo con meros emojis. No, muy al contrario, debate, comparte e incluso te manda memes. Estáis tan a gusto que los días empiezan con un ‘buenos días’ en el Whatsapp y acaban con un ‘buenas noches’ seguido por un ‘jo, no te vayas aún’. Podríamos decir que la relación vía online es similar a la que tendrías con tu pareja. De hecho, ya te ha mandado algunas fotos y, entre ellas, esa del libro que le dijiste que te querías leer. ¡Vaya, si escucha y te tiene en cuenta! Parece la chica perfecta e incluso crees que deberíais dar un paso más.

El ghosting

Ni que decir tiene que JAMÁS quedaste con ella. Por circustancias de la vida y con excusas francamente buenas, no conseguirás quedar. Eso no os frena para seguir hablando, para nada. Tú entenderás que es una chica muy ocupada y ella no va a dejar de hablarte para que no pienses que no es que no tenga interés en ti, sino que, bueno, no has llegado en la mejor época, pero el interés sigue latente. Te da hasta pena.
La relación no se va enfriando, sino que se corta de raíz con un GHOSTING como una casa de grande. Le das los buenos días, como siempre, y te contesta, como siempre. A partir de ahí, nunca más supiste.
Al principio piensas que tal vez tenga un día muy liado entre la universidad y el trabajo. Que está estudiado, que ha tenido examen, que está haciendo horas extra cubriendo a un compañero. Luego empiezas a pensar que tal vez se haya dejado el móvil en casa o que se le ha apagado. Le mandas un emoji, para no agobiar, y ves el doble check. No, apagar no se le ha apagado, así que será lo primero que pensaste, que se ha dejado el móvil en casa. ¡Ah, qué cabecita la suya! Pasan dos días y ya empiezas a preocuparte de verdad. ¿Le habrá pasado algo? ‘¿Estás bien?’, le escribes. Nada, no obtienes respuesta. No se sabe muy bien por qué pero ha cambiado su foto de perfil y ahora sale ella sonriendo de oreja a oreja. Sí, parece que todo esté bien. Su última publicación de Instagram es de hace dos horas. Sale muy guapa. ‘Qué guapa <3’ le comentas. Ella tiene las narices de darle like a tu comentario y ya está. Jamás volvísteis a hablar.

La teoría

Teorías hay muchas. Imagina todas las situaciones que puede vivir una persona en su vida que pueda usar como excusa para desaparecer, aún así hay dos que predominan por encima de todo:
La primera es que ella nunca ha estado interesada en ti, sino que estaba cubriendo un hueco que X persona había dejado. Tal vez no te lo dijo, pero lo había dejado con su novia una semana antes de conocerte. Antes se pasaba las horas hablando contigo y ahora tenía que ocupar ese espacio para no pensar en ella. Entre que entablaba una buena relación de amistad -o lo que surgiera- contigo, la otra también le comía la oreja. Al final volvieron y en vez de afrontar su acto egoísta, te dejó en visto.
La segunda comparte el mismo interés que la primera teoría: ninguno, pero esta vez sin exs y sin historias de telenovela. Cuando una amiga tuya te diga eso de “es que estáis tan bien que se ha acojonado”, no la creas. Si hay interés por alguien, no se desaparece, por mucho miedo que se tenga. Tal vez quiso ver qué pasaba, a ver si surgía algo y no surgió nada de nada por su parte y decidió cortar por lo sano. Igual era hetero jugando a la bollo intensa. Sea lo que fuere, ni se te ocurra volver a intentar contactar con ella, las gosht son casos perdidos.

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