Mujeres que renuncian al amor
Por: Begoña Merino
Periodista y blogger | www.begonamerino.com
La vida sentimental no está hecha sólo de buenas experiencias. No es ninguna novedad: en el amor, quien no arriesga, no gana, y algunas veces se pierde. Pero algunas mujeres no lo aceptan así, y después de una mala experiencia o de varias, renuncian al juego de posibilidades que puede llevarlas a conocer a una nueva pareja. Se instalan en la renuncia afectiva. Descubre si te está pasando a ti.
El tiempo no es lo importante
¿Cuánto tiempo llevas sin una relación íntima y afectiva? ¿Qué sensaciones te despierta la idea de volver a estar en pareja? ¿Te provoca rechazo? ¿Te da miedo volver a compartir? Y la pregunta clave: ¿Por qué, en realidad, estás evitando volver a tener una relación?
Vivir sin pareja
Por supuesto, vivir sin pareja es una opción tan legítima y sana como otra cualquiera. Muchas de nosotras lo hacemos y lo hemos hecho durante algunas temporadas, por distintas razones. O incluso puedes hacerlo de forma permanente. A veces sienta bien una “desintoxicación” de la vida a dos, y puedes decidir disfrutar de relaciones sin vínculo afectivo, o poner tus intereses y aficiones en primer lugar, sin pensar en nadie más, o simplemente puedes dejar aparcado el tema por un tiempo. Lo importante es la razón por la que no quieres tener pareja, o que incluso no te des cuenta de que lo estás evitando.
Evitar el sufrimiento
Tras una o varias rupturas o malas experiencias, puedes decidir no tener más relaciones para evitar el sufrimiento. O simplemente empezar a evitarlas. Y es verdad: romper relaciones, que te dejen, sufrir decepciones, que te engañen, o cualquier otra mala experiencia sentimental deja su huella. La cuestión es cómo podemos manejarlo.
Vivir escuece
Es ley de vida: aceptar la vida con todo su color y matices es aceptar que podemos sufrir. No hay atajos: si quieres sentirte plenamente viva, no te queda más remedio que correr el riesgo. Pero ¿se puede aceptar alegremente esta realidad? Alegremente tal vez no, pero sí con sentido común. Porque no somos víctimas pasivas de las relaciones. Hay cosas que podemos hacer para mitigar el dolor sentimental y para que ya que nos toca sufrirlo, nos sirva para crecer.
5 consejos para sufrir menos por amor
- No te precipites al escoger a una mujer para una nueva relación. Es verdad que las relaciones son bastante imprevisibles y hay que mojarse, pero a menudo hay quien lleva escrita la palabra P R O B L E M A S en la cara. ¡No te metas en líos!
- Confía en ti misma y en tu capacidad para sobreponerte a los reveses. Si crees que te falta confianza en esa capacidad, no te desesperes. La confianza se puede trabajar y desarrollar: hay libros, profesionales, amigas que pueden explicarte cómo lo hacen ellas…
- El afecto viene en distintos envases: familia, amigos, amantes, compañeros de trabajo, conocidos… Cuando las cosas vayan mal dadas, puedes apoyarte en esa gama de relaciones tuyas y te ayudará a sobreponerte.
- Valórate. Se habla tanto de la autoestima, que a veces parece una cosa complicadísima, un Santo Grial que tienes que ponerte a buscar en las profundidades de un abismo. Ni caso. Se trata de respetarte a ti misma, de saber que eres una mujer con valor y que en realidad no necesitas a nadie, y es así, para ser feliz.
- Si crees que dependes en exceso de las relaciones sentimentales, tal vez sí necesites hablar con una profesional. Pero escoge bien, a alguien que desdramatice la situación.