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Tipos de besos | ¿Cuál prefieres?

13 de abril de 2018 | Columnas
besos

En un solo beso se pueden llegar a mover 34 músculos faciales. No, no cuenta como gym, pero hay estudios que demuestran que sube la presión sanguínea y las pulsaciones porque se libera adrenalina, eso sí, con los besos más apasionados.
El beso es un convencionalismo social que puede tener connotaciones sexuales. Bien, como dudo que estés aquí por un desmesurado interés por la tradición humana del beso durante su historia (aunque es apasionante), vamos a tratar la acepción romántica y sexual para reunir los besos más comunes. Comenzamos:

-Beso sobre piel

El beso no es más que el contacto y la presión de los labios contra otra superficie, pero como hemos quedado en que vamos a dejarnos de tecnicismos y a centrarnos meramente en el significado sentimental del beso, os diré que el beso sobre la piel de otra persona es terriblemente difícil de definir, porque en cada parte del cuerpo tendrá un significado diferente. En la mano, cortesía; en la frente, cercanía emocional; en los pies, lealtad (o podofília, pero ese es otro tema); en el cuello, cortejo sexual… Hasta puedes usarlos como unidad de medida, “53 besos medía su espalda”.

-Pico

Contrae los labios, acércate a otros labios y ¡MUAK! Duran un instante y son fáciles de robar. Fugaces pero tiernos. Personalmente, cuando vienen de tu persona especial, son como el olor de tu plato favorito haciéndose que te advierte lo rico que está a pequeñas cantidades. Es un aviso, un recordatorio, un toque de atención al amor.

-Beso solapado

Mucho más íntimo. Se necesita bastante compenetración con la otra persona para que este beso fluya como es debido. ¿Solapas el labio de abajo o el labio de arriba? Sea como fuere, podríamos compararlo con un cálido abrazo entre vuestras bocas.

-Beso succionador

“¡No te despegues! ¡No te vayas!”, parece que es lo que gritan nuestras bocas con este beso. Empezamos a adentrarnos en el terreno del deseo. Las bocas se entreabren, se solapan y succionan un poco para prolongar el contacto. No, aún no hay lengua, pero ya puede sentirse la humedad (en vuestras bocas, malpensadas). Puedes estirar un poco el labio inferior de vuestra compañera, morderlo… ¡ñam!

-Beso francés

¡Lengüetazo! Bueno, más allá de nuestros labios hay más por explorar. Las bocas comienzan a abrirse y a entregarse al suave tacto de extremidades húmedas. Entrelazar, rozar, friccionar, acariciar… es toda una coreografía, una auténtica danza de sensaciones mientras las bocas se abrazan. Las lenguas luchan por una invasión constante.

-Beso voraz

Igual que el francés pero con tintes animales. ¿Alguna vez has escuchado eso de “comerse la boca”? Pues, aún sin querer tener una acepción caníbal, es casi literal. La pasión es su más alto grado de expresión. Olvidando las reglas del juego, esto se convierte en una verdadera batalla campal donde hasta los dienten entran en juego. Saliva, mordiscos, succión, lenguas, ganas, ansias… un febril coctel de juegos de mandíbula para decir una sola cosa: Te deseo.
De todos estos, ¿cuáles son tus favoritos? ¿Te decantas por uno en concreto? ¿Eres una experta en ellos? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentario!

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