Vamos a meternos de lleno en los clichés porque hay que tomárselo con humor. ¿Qué pasa cuando besas a una mujer por primera vez? ¡Ah! ¡¿Que aún no lo has hecho?! Bueno, pues te vas a encontrar con cosas como estas:
Creo que todas recordamos nuestro primera vez de besar a una mujer. Dejando al margen detalles que hayan podido hacer de esa experiencia algo único, a groso modo todas nos encontramos más o menos lo mismo. Y sí, es por comparación -porque parece que toda mujer es hetero hasta que se demuestra lo contrario– con el sexo masculino.
Labios carnosos
Genética, chica. Por norma general las mujeres tendemos a tener los labios más gruesos y, a consecuencia de ello, más carnosos. ¡Ñam! Los besos son más suaves, más de regodearse, de deleitarse. ¡Más de disfrutar! Vaya… qué hambre.
Pelo sedoso
Vas a encontrarte con una manta de pelo que huele a jazmín, rosas y azahar que te va a parecer que estás enredando tus dedos en los cabellos de un unicornio. ¡Pero qué maravilla! ? Es que es imposible no querer tocarlo todo el rato mientras intercambiáis vuestros besos. Te digo yo que después de la cintura, es el segundo mejor sitio donde tocar
Perfume
Los perfumes de las mujeres suelen ser más dulces (que cada una se ponga el perfume que le de la gana, la cosmética y la ropa no tiene genero, como nada en esta vida) y resulta curioso estrechar lazos con alguien que se mueve en esas tonalidades de fragancia. Dicen que las feromonas tienen mucho que ver en la atracción sexual… ¡A ver si va a ser eso!
¡Oh, Dios mío! Amortiguación
Parece broma, pero no. Besar a otra mujer y estrecharla entre tus brazos hace que vuestra delantera se choque. Es inevitable, por muy poco que tengas, va a ser un pechito con pechito en toda regla. Por eso nos comprometemos tan pronto, porque el roce hace el cariño y es imposible no rozarse.
Sospechosamente suave
No tenemos barba. Que no (+1 a las chicas trans que aún lidien con eso, no nos olvidamos de vosotras pero hablamos en términos muy generales). Además con esa moda de ahora que es esa de llevar barba como si fuesen leñadores pero en vez de botas van con los tobillos al aire… ¡ay, señor! Las chicas no rascan y eso me parece una ventaja.