Llámala hetero, bisexual, hetero-curiosa, pansexual o como quieras, el término en este caso es lo de menos. Nunca ha estado con una mujer, pero un día sucede y, además, es completamente normal. La sexualidad de la mujer es, en muchos aspectos, un misterio.
Si estás leyendo esto probablemente sea por uno de estos dos motivos: Una hetero te ha echado el lazo y no sales de tu asombro (perdona, estás buenísima, no sé de qué te extrañas), o es que te has fijado en una mujer, tú, que nunca en la vida has pasado de darte un pico con tu best friend forever ni en una noche de borrachera máxima. En ambos casos, tranquila. Detrás de todos los sentimientos contradictorios que te parece tener ahora mismo, hay una explicación científica.
La Universidad de Essex, en Reino Unido, y la Universidad de Boise, de Estados Unidos, han investigado para que vivas respaldada por la excusa irrefutable de la ciencia.
Varios estudios han revelado que ninguna mujer es 100% heterosexual. Vamos, no es extraño que una hetero se enamora de otra mujerque porque en el espectro entre la heterosexualidad y la homosexualidad, todas se mueven por una bisexualidad más o menos pronunciada o son directamente lesbianas.
Essex University analizó la respuesta sexual de más de 500 mujeres ante estímulos masculinos y femeninos. Fisiológicamente, las mujeres se excitaron por igual ante ambos estímulos, salvo las abiertamente lesbianas, que tuvieron una predilección clara por los estímulos femeninos.
La Universidad de Howard aclara este fenómeno: “Donde los hombres sólo ven una imagen sugerente, las mujeres esbozan una historia detrás de la imagen”. Y la Universidad de Boise alega que un 45% de las mujeres han besado alguna vez a otra mujer y aproximadamente la mitad ha fantaseado con personas de su mismo sexo.
“Definirse es limitarse”. A pesar de ser una frase tan sumamente lógica, no deja de ser cierta. Lo que ganamos de visibilidad, lo perdemos en libertad, ¿no? ¿Qué pasa si llega una persona que traspasa los filtros contra todo pronóstico? ¿Acaso no tienes derecho a definirte como quieras? ¿No es la vida un descubrimiento continuo de ti misma? Fuera del discurso políticamente correcto, hay excepciones y antes que rechazarlas, hay que comprenderlas, asumirlas y, por qué no, disfrutarlas.
Lo que empezó con una orientación binaria exclusiva de heterosexuales y homosexuales, se ha convertido en un abanico más amplio que te permite auto definirte con la orientación que más te represente. Pero no nos pongamos extremistas, tienes todo el derecho a cambiar de etiqueta cuantas veces quieras, si es que quieres etiquetarte, claro.
Los foros están repletos de esta duda existencial: “¿Por qué me gusta esta chica si siempre estuve con chicos?”. Bien, ¿por qué no? Aunque esta primera chica puede dar paso a otras, también puede no hacerlo. No, no te has lesbianizado (qué gran verbo) de la noche a la mañana. Así como cada persona es un mundo, una relación también lo es. Probablemente esta persona reúna todas las características que buscas en una persona al margen de sus genitales, o simplemente vuestra química conecta por razones que, quizás, alguno de los anteriores estudios realizados puedan explicarte.